Sekigahara la unificación de Japón

Sekigahara permite recrear la decisiva guerra de 1600 que unificó Japón bajo la familia Tokugawa durante más de 250 años. Los jugadores toman el papel de Ishida Mitsunari, defensor del heredero, o Tokugawa Ieyasu, el daimyo más poderoso del país. Durante siete semanas de campaña, cada líder debe improvisar un ejército y estrategia con las fuerzas que sus aliados puedan ofrecer, gestionando la lealtad de sus unidades para evitar que desertes o cambien de bando en el momento crítico. La victoria se logra conquistando Japón mediante la correcta movilización de aliados y aprovechando las deserciones del enemigo.

El juego destaca por sus mecánicas únicas: no se utilizan dados, y el combate se resuelve mediante cartas que representan lealtad y motivación. La influencia de cada jugador se refleja en el tamaño de su mano, que varía según los castillos y recursos controlados. Cada batalla combina bloques de ejército y cartas de motivación, generando un impacto táctico en el campo de batalla. Con información parcialmente oculta, objetivos dispersos y un tablero claro y estratégico, Sekigahara ofrece una experiencia históricamente auténtica, llena de tensión, bluffs y decisiones críticas, todo en una partida de aproximadamente tres horas.